Kondogbia jugadorón, pero Guedes no le anda a la zaga, qué puta maravilla de jugador. Tiene la arrancada más rápida y potente que he visto en mucho tiempo, en el sexto gol se pega una carrera de TODO EL PUTO CAMPO EN EL MINUTO 93, increíble, y por si no fuera suficiente, el chufo que se marca al final de la primera parte es un zapatazo brutal que probablemente sea el mejor gol de lo que llevamos de liga (del Valencia me refiero). Tanto Kondogbia como Guedes son jugadores estratosféricos que junto a Marcelino son los tres principales responsables del cambio de cara del Valencia, esperemos que el sueño dure.
Aún así, somos el Valencia, y aun poniéndonos 4-0 practicando el mejor fútbol de los últimos años, nos toca sufrir unos minutos aunque sea, no perdamos la costumbre... Se pecó imperdonablemente de confianza, pudo afectar la marcha de Murillo, por el momento el mejor de los tres centrales que Marcelino está haciendo rotar sabiamente, pero Nacho Vidal y Parejo son los principales culpables de los dos primeros goles (increíblemente estúpidos los dos) y muy bien Rodrigo Moreno en las declaraciones post-partido con una aura de casi capitán haciendo dura autocrítica en lugar de un discurso puramente triunfalista.
Lo que parece relevante es que no solemos tener la posesión ni el dominio del partido, lo que tenemos en una pedazo de pegada que cada balón que recuperamos se envía a la espalda del defensa o directamente se enchufa desde fuera del área por cualquiera de los jugadores de arriba que están todos en estado de gracia.
Aún así, somos el Valencia, y aun poniéndonos 4-0 practicando el mejor fútbol de los últimos años, nos toca sufrir unos minutos aunque sea, no perdamos la costumbre... Se pecó imperdonablemente de confianza, pudo afectar la marcha de Murillo, por el momento el mejor de los tres centrales que Marcelino está haciendo rotar sabiamente, pero Nacho Vidal y Parejo son los principales culpables de los dos primeros goles (increíblemente estúpidos los dos) y muy bien Rodrigo Moreno en las declaraciones post-partido con una aura de casi capitán haciendo dura autocrítica en lugar de un discurso puramente triunfalista.
Lo que parece relevante es que no solemos tener la posesión ni el dominio del partido, lo que tenemos en una pedazo de pegada que cada balón que recuperamos se envía a la espalda del defensa o directamente se enchufa desde fuera del área por cualquiera de los jugadores de arriba que están todos en estado de gracia.